Etiopía, el país de la cultura, las religiones, las tribus y la naturaleza.

1. La cultura es fascinante en ciudades como Gondar con castillos y edificios del siglo XVII que nos transportan a las ciudades medievales europeas con sus castillos y fortalezas.

2. La religión está presente en muchos lugares. La cristiana en las iglesias excavadas en la roca de Lalibela, que nos pueden recordar los templos de Petra (Jordania) o en Bahir Dar con sus más de 20 monasterios, la mayoría del siglo XVII, en el lago Tana. La musulmana en la cuarta ciudad sagrada del Islam: Harar, con mezquitas del siglo X y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006. La judía en el que fue reino judío independiente de Simen durante 13 siglos, desde el siglo IV hasta 1627, el territorio de la comunidad judía etíope Beta Israel en torno al ya citado lago Tana.

3. Las múltiples tribus asentadas en el Omo Valley, la cuna de la humanidad, que han conservado su identidad y tradiciones durante siglos. Entre ellas, los Daasanach, los Nyangatom, los Mursi, los Bodi, los Kwegu, los Karo, los Mekan, los Aari, los Arbore, los Banna, los Bashada, los Basketo, los Dime, los Hamar, los Kwegu, los Mursi, los Meen, los Surma, los Tsamako, los Tsemai o los Turkana. Algunas de sus tradiciones más interesantes incluyen las placas labiales de los Mursi y los Surma, la lucha Donga Stick, la ceremonia de engorde de los Bodi, llamada Kel, en la que los hombres son alimentados con Blood y Milik durante varios meses y eligen al Hombre más gordo del año, el rito de iniciación de salto de toros de los jóvenes Hamer, las pinturas corporales, etc.

4. Los parques nacionales de las montañas Bale, de las montañas Simien, de Awash, de Borana o de Chebera Churchura, donde se pueden avistar, entre otras, especies endémicas de Etiopía como el lobo etíope, el babuino gelada, el nyala de montaña, la cabra montesa de Walia o diversas especies de aves como el cuervo picogordo.